domingo, 8 de mayo de 2011

Que me quieras de verdad, es lo único que te pido

Me levanto cada día con la esperanza de poder seguir construyendo cada muralla de mi castillo. Rodearlo por un río tan profundo como ancho para que todo el que caiga en el desaparezca. Colorear su cielo de un azul añil que haga reír a todo aquél que lo mire. Colocar una amplia rampa en la puerta de la muralla principal, por la que sólo puedan pasar los ''te quiero'' verdaderos y dejar atrás los recuerdos imborrables, pero que una vez fuera, se olviden para siempre. Dentro colocar viviendas grandes y hermosas, de donde los te quiero no quieran salir nunca ni tener que esconderse. Y por último construir una alta torre donde guardar mi más preciado tesoro, esconderlo de todo aquél que quiera hacerme daño, hasta que llegue el día en que un ''te amo'' cruze el río sin problemas, pase por la rampa con caricias, decida no alojarse en las viviendas y subir hasta la alta torre. Dode allí, cuando encuentre mi mayor tesoro lo abraze, le bese, le cuide y le prometa una vida llena de felicidad y amor en la que solo ellos existan en sus vidas.
Cada mañana me levanto pensando que algún día alguien llegue hasta mi corazón y se quede ahí para siempre. Que no tenga que marcharse con escusas, ni circunstancias absurdas. Sueño que algún día alguien me quiera de verdad, que me entregue su vida como yo lo haría.

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