Anocheció mientras las palabras se sumergieron en sus oscuros ojos marrones, quedandose atrapadas. Ya no había lugar para ellas, ya sólo había un pequeño espacio para su deslumbrante y atenta sonrisa. Estaba todo preparado, luces, perfumen, rosas, besos... sólo quedaba la espera de dar comienzo a esta bella y loca historia de amor.
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