domingo, 8 de mayo de 2011

Merece la pena...

No encontré la razón. Es verdad, a penas la busqué, pero la solución tiene que andar cerca. Todos la tuvimos, la tenemos, o la tendremos. Existir es tan fácil como el respirar. Nadie nos enseñó. Por eso siempre hay una razón para existir. La mía en este momento es hacerles felices, vivir para ser alguien, para ayudarles, para sonreír les y para demostrarles que pueden contar conmigo.

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