domingo, 5 de octubre de 2014

Seven.


Recorro todas las noches mis sábanas, tocando con mis manos mis pensamientos. Buscando encontrarme, jugando a sentir. Me pierdo en cada arruga que se forma a lo largo de mi cama, me envuelvo en cada lágrima que cae de tu recuerdo, recuerdos que nacen de tu boca. Busco la salida y me encuentro a mi misma intentando alcanzar la luz de la luna, que siempre toco y nunca atrapo. ¡Qué ironía! 
Maldita inseguridad la mía que me atrae al miedo de verte caer, de no volver a tropezar conmigo.
Cada noche me aferro a las sábanas como si fuera un barco que me lleva a la deriva de tus siete mares, de tus siete lunares. Busco el ancla, busco anclar en la curva de mi alegría... tu bahía. Y entonces me despierto, y no te encuentro, ni al ancla, ni al bote. Ni siquiera me encuentro a mi misma, esa que cada noche olvida volver a casa por esperar de madrugada un beso que nunca consigue.