lunes, 9 de mayo de 2011

Odiar no es la manera de cambiar

Llueve. Tan fuerte que parece que el mundo se partirá en dos. De manera que todos mis pensamientos se concentran en las gotas que aparecen sobre mi ventana. Llueve sin parar.
Desde mi ventana veo como mi paraguas se convierte en una canoa en medio de mi patio. Odio cuando llueve. Odio los recuerdos que eran felices. Odio que ya no lo sean. Odio que se aparten de mi como si no me pertenecieran. Odio que se marchen sin avisar.
Odio que llueva si estoy sola. Odio sentirme sola.

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