martes, 10 de mayo de 2011

demasiado bonitos para ser de verdad

Aquellos ojos por los que mataría, por los que me vuelvo loca. Para los que soy insignificante y la más importante. Marrones oscuros como el chocolate en San Valentín. Marrones oscuros como el color de las montañas en abril, y negros como el carbón de las navidades. El sueño de cualquiera, mirarlos a solo 2 centímetros de separación, rozando su boca. Sentir como te observan y brillan por ti, es la sensación más bonita del mundo, los bellos erizados formando corazones. Quedarte embobada viendo como los cierra, con esas largas pestañas negras, es como la brisa del mar en pleno julio. Aquellos ojos por los que río.

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