Hace tanto tiempo ya... Recuerdo aquel día como si fuera ayer. Estábamos todos juntos sentados en el césped de nuestro parque preferido. Recuerdo que estábas sentado a mi lado cuando me preguntaste la hora, yo sin conocerte de nada te la dije tartamudeando, ahora que lo pienso, seguro que estaba sonrojada.
Me miraste como si fuera tu más preciado tesoro y me sonreíste con tono burlesco. Eso hizo que mi corazón latiera más rápido que el corazón de un bebé recién nacido, más rápido que nunca. Segundos después me llamaste por mi nombre y... sí, ahí fue... Aún recuerdo el calor que sentí en mi pecho cuando pronunciaste mi nombre. Ahí fue cuando me enamoré de ti.
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