Al principio duele, después escuece.

A veces tienes que ser tu propio héroe.

Te das cuenta de que todo se te queda grande, que cuentas con menos personas de las que creías, que lo que antes era enorme hoy desaparece para siempre de tu lado, sin dejar rastro.

Cuando te sientes inoportuna y ves que todo se reduce a cero sin estar es que nunca estuvistes, es que siempre te echaron. Entonces, es cuando te puedes permitir el lujo de dejarlo todo de olvidar quien eres e irte lo más lejos posible de lo que era tu vida. Cuando te sientas mal lo primero que debes hacer es desaparecer, que ya habrá tiempo de pensar más tarde. Es el momento de luchar por ti misma, por ti.