lunes, 4 de julio de 2011

Querido:

De pequeña me enseñaron a ser perfecta, a no cometer errores. Me enseñaban lo que estaba bien y lo que estaba mal lo tachaban de mi mente. Elegían mi vestimenta y mi peinado diario, me daban clases de ballet y badminton, por que era el único deporte en el que menos peligro de daño había. Siempre elegían, rechazaban e incluso decidían de quien me tenía que enamorar, pero eso siempre iba entre comillas por que desde pequeña me enseñaron a amar a aquel hombre que me tratase como una reina, que me amase más que yo a él y que fuera un buen futuro marido, y eso ya está tachado de mi mente, por que todos mis deseos se hicieron realidad y de entre todos este fue el que más prisa corría.
Mi querido príncipe azul.

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