sábado, 16 de julio de 2011

perdóname.

Querido John, seguramente cuando leas esta carta ya no estaré en casa ni siquiera en la ciudad. Solo quería que supieras que no me he marchado por algo que hayas echo, al contrario es por algo que hice yo. Como no quería discutir contigo decidí marcharme... y esto es todo. Espero que lo comprendas, pero sobre todo que me comprendas a mi, porque aún así te sigo queriendo y no creo que deje de hacerlo.



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