Nunca me sentí a tu lado como una verdadera princesa, ya que nunca lo fui.
A tu lado pasaban las horas como si fuesen segundos, quería sacar de ese tiempo a tu lado todo lo que me conllevara a volverme más loca por ti. Sentía la necesidad de escuchar tu voz a cada segundo que pasaba. Se inundaban mis ojos cuando no podía hallar nada en mi habitación que me condujera hacia ti.
Nunca me sentí una princesa a tu lado, por que para ti era tu reina, tu ser, esa persona por la que giraba todo tu mundo, aquella por la que pondrías fin a tu vida sin pensártelo dos veces, ni siquiera una.
Ahora, ahora que no estás aquí y mi mundo, mi propia existencia se inunda entre lágrimas debo confesar que no puedo ni quiero seguir adelante. Ya no me quedan más razones por las que mi corazón deba seguir latiendo si no es unísono con el tuyo.
''Oh, aquí pondré mi descanso eterno y sacudiré el yugo de las estrellas enemigas quitándolo de esta carne harta del mundo. Ojos, mirad por última vez! Brazos, dad vuestro último abrazo! Y vosotros, labios, puertas del aliento... sellad con legítimo beso una concesión sin término a la muerte rapaz.''
Y con un beso, muero.
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