sábado, 9 de noviembre de 2013

Siempre ha habido finales infelices.

No querer dar un paso para no caer. No querer hablar para no dañar. No querer llorar para no herir.

1, 2, 3... 1, 2, 3... Despacio.

Susurro a la vez que mi voz intenta gritar. ¿Cuándo llegará? 

4, 5, 6... Más lento.

Mis ojos comienzan a delatarme. Se ha ido.

7, 8, 9... Respira.

Caigo. No está, se fue. Me abrazo para no derrumbarme. Quizás pedí demasiado, quizás nunca fui lo suficiente para él. Quizás deba llorar, olvidar, pasar página otra vez. ¿Cuántas van ya?, ¿cuántas veces me han roto el corazón? Ya no sé si lloro por dolor o por felicidad.

10. Me ahogo.

Este vaso está completo, está desbordado. No quise herir a nadie y al final me hirieron a mi. ¿Cuándo aprenderé? No lo sé y tampoco me interesa saberlo... ahora mismo solo quiero dejarme llevar. Que mis lágrimas hablen por mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario